Exilio del Alma,
donde nadamos y meditamos.
Donde nos abrigamos los sueños encayados.
Donde somos lo que deseamos y lo que nos apetece, lo deboramos.
Somos de todos lados y de cualquier rincón,
Somos de aire y sentimientos extraviados,
de prosa y de acentos olvidados.
Somos de esencias obsoletas,
de rimas sin razón y de inspiración de poetas desequilibrados.
Exilio del Alma,
donde acaba lo que no tiene solución.
Donde el misterio no es algo fuera de lo ordinario.
Donde las preguntas, no necesitan respuestas.
Donde se nos place balancerarnos entre la locura y el desaire.
Exiliarme del mundo, en ese rincón
Donde no necesito ser de ninguna religión, dictadura o color.
Donde nos nace el deseo de hacer de este mundo uno mejor.
Sin ataduras, ni reproches, sin ninguna absurda política de exclusión.
Hizay Giza
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