Hay días en los que levantarte ya es un milagro.
Días en los que no haces más que existir… pero aún así, eso tiene valor.
No confundas descanso con fracaso.
No confundas silencio con debilidad.
A veces, no hacer nada es hacer mucho.
Es darle al alma un respiro para no romperse.
Tú no te estás rindiendo.
Estás respirando.
Estás eligiendo vivir lento para no dejar de vivir del todo.
Y eso también es valentía.
Add comment
Comments