Sanar no siempre se siente como luz.
A veces se siente como cansancio,
como enojo, como llanto que no puedes explicar.
Y aún así… es parte del proceso.
Sanar no es olvidar lo que pasó.
Es recordarlo sin que te controle.
Es volver a mirarte sin dolor.
Así que si hoy te sientes rota, confusa o sola…
Recuerda esto:
Estás sanando, aunque no se note.
Aunque nadie lo entienda.
Aunque tú misma lo dudes.
Dale tiempo a tu alma.
La semilla no se ve cuando brota…
pero ya está viva.
Add comment
Comments