En un mundo que corre más rápido que la velocidad de la luz;
¡Detente!
Toma unos minutos para disfrutar cuando abres tus ojos en la mañana, no importa que tengas la cara sucia, no nos desenfóquemos de lo que realmente importa.
¡Tienes vida!
Tienes la oportunidad de hacer eso que no pudiste ayer o mejor aún de hacer lo que si querías y no te atreviste.
Abre tus ojos, tus oídos, escucha a tu alrededor, que te gusta, que no. Que cambiarías, que dejarías?
Estira tu cuerpo, déjalo moverse, siente como se acomodan tus huesos, como se estira el sistema nervioso, tan relajado. Uno que otro crack en la espalda, siente la atmósfera, mira a quien tienes al lado, que te hace sentir? No es su responsabilidad tu felicidad, pero si es tu responsabilidad tu felicidad y que esa persona sea parte positiva de ella, no querrás dormir con el enemigo, no te ayuda.
Ahora que estiraste tu cuerpo, observaste, sentiste. Date una ducha, limpia tu cuerpo de toda energía que no sea positiva. Enjuaga tu rostro, mírate en el espejo. Eres un ser valioso, único, inigualable.
Arréglate, siéntete bien contigo, consiéntete, usa el perfume que guardas para ocasiones especiales, porque hoy es el primer día del resto de tu vida. Hoy será diferente, porque sabes lo que vales y a lo que vas.
Saborea el desayuno, toma mucha agua y ve a conquistar tu mundo.
H.G.
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