
Creemos que la fe requiere horas, pero muchas veces Dios habla en segundos.
La fe no es solo rezar largo, es también recordar quién eres cuando todo grita lo contrario.
Aquí te doy una práctica de 5 minutos para activar tu fe:
Oración de bolsillo:
“Señor, no tengo fuerzas ni tiempo, pero tengo fe. Toma lo poco que tengo y hazlo mucho. Amén.”
Acciones que son fe:
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Respirar en medio del caos
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Elegir el perdón aunque duela
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Decidir volver a intentarlo
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No rendirte hoy
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