Tú no eres responsable de la felicidad ajena
Hay personas que llegan a diciembre con una presión tan grande encima que casi no respiran:
– cocinar perfecto
– decorar perfecto
– complacer a todos
– evitar conflictos
– sonreír aunque duela
Pero Zay, la Navidad no es un examen. Y tú no eres el milagro de nadie.
La época se disfruta más cuando soltamos la idea de que debamos cargar con todo.
Porque detrás de cada "sí" que das sin querer, hay un pedacito de ti que se cansa.
Este año permítete algo nuevo:
✔ di “no” sin culpa
✔ descansa cuando el cuerpo te lo pida
✔ deja que otros también aporten
✔ elige pequeñas cosas que te hagan bien
Tu paz también es una prioridad.
La Navidad necesita menos perfección y más autenticidad.
Add comment
Comments